Estamos aquí en recuerdo de HENAR y… todos nos sentimos tristes.
¡ Pero qué ciegos somos !
Aunque os resulte difícil, hoy, nuestro recuerdo de HENAR, tiene que ser alegre y luminoso.

 
   
  Nos sentimos felices en fechas como los nacimientos, las bodas… pero, ¡ que tristes nos deja la muerte !... y eso sólo puede ser debido a que no la comprendemos.
El amor a la vida es nuestro instinto más profundo y por eso nos identificamos tan estrechamente con nuestro cuerpo físico y sufrimos tanto al abandonarle o cuando un ser querido le abandona.
 
   
  Pero… ¡ somos ALMAS atrapadas en ese cuerpo ! y morir no es el final es, SIMPLEMENTE, pasar a otro estado de conciencia.
La enfermedad que lleva a la muerte puede ser el medio elegido por el alma para liberarse del cuerpo material y viajar hacia la LUZ, que es de donde venimos al nacer y es donde volvemos al morir, porque, esta vida es sólo una anécdota en nuestro existir eterno.
 
     
    Imaginaros la fotografía de un paisaje, de un ser vivo, de alguien querido. Al fotografiarle le convertimos en un negativo. Es necesario revelar ese negativo para conseguir el fin : la imagen deseada.
La vida en la tierra es el negativo de nuestra meta elegida al nacer y son nuestras actuaciones diarias, sobre todo el AMOR, los diferentes líquidos reveladores que lentamente van conformando la imagen.
La MUERTE no es más que el fin del proceso de revelado y el DESPUES es la aparición de la imagen, de la meta de nuestra existencia humana.
 
   
  IEstos días hablaba con HENAR de la muerte de las personas jóvenes... ¡ que injusta resulta !..., pero, al final comprendimos que dedicar 80, 90 o incluso 100 años a revelar la fotografía, es decir, en cumplir la misión que elegimos al nacer ¿es mejor que hacerlo en 48 años?. ¿No significará más bien, que la vida espiritual y el dolor de HENAR fueron tan productivos y sublimes que el tiempo estaba de más?  
   
  Querida HENAR, necesitaste muy poco tiempo, sólo 48 años, para cumplir tu misión. En eso has sido una privilegiada, porque, pronto te salieron alas y volaste hacia la LUZ.  
 
   
   


Y desde ALLI nos sonríes a todos los que todavía estamos aquí, a todos los que todavía tenemos tareas pendientes.
Y desde ALLI nos ayudas a entender que a lo que nosotros llamamos MUERTE tú ya lo sientes como VIDA, porque morir es vivir y porque vivir es AMOR.
Y desde allí nos estás pidiendo dulcemente
“AYUDAROS ENTRE VOSOTROS”

 
   
Henar querida, te recordaremos SIEMPRE con ALEGRIA